sábado, 15 de septiembre de 2007

Abismos en los ojos.


Luciernagas infinitas
abruptamente irrumpen el vacio mortal
y abismante.

Fúnebre palpitar, lluvia seca...
Sensación terrenal...
Sonoros, armónicos y místicos,
dulces delirios,
agrios de ausencia.

Mutilante silencio, tras éste ligero oleaje
borra esta demoniaca tempestad.

1 comentario:

Mauricio Díaz dijo...

Hay algo misterioso en este poema... no logro entender su mensaje.

Me confude el comienzo y el final. Son opuestos, creo yo. Comienza con "Luciernagas infinitas /
abruptamente irrumpen el vacio"
, lo que me da la impresión de algo que llega a iluminar la oscuridad. Algo sopresivo que llega a cambiar tu escenario oscuro.
Pero termina con "borra esta demoniaca tempestad". En realidad, después del primer verso, todo sigue oscuro.

Da la impresión que las "Luciernagas infinitas" no tenían como propósito iluminar el "Abismo en los ojos". Tal vez, la metáfora de las luciérnagas, tenía que ver más con una revelación que oscureció tu mirada.